domingo, 18 de mayo de 2025

REFLEXIONES SOBRE EL MAYOR APAGÓN DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

 


    Si nuestra vida fuese una suerte de espectáculo televisado al estilo “El show de Truman”, imagino que los guionistas deben de estar creativos últimamente. Desde 2020 hemos vivido una pandemia global, el estallido de múltiples guerras por todo el mundo, una erupción volcánica en La Palma, inundaciones en Valencia…

    La nueva trama que se les ha ocurrido a estos guionistas es dejar a toda la Península Ibérica totalmente sin electricidad durante diez horas, siendo este el apagón más grande y largo de toda la historia de España.

    Y es que al más puro estilo de una república hispanoamericana decadente, el pasado 28 de abril España se vio totalmente a oscuras desde las 12:33 del mediodía hasta las 10 de la noche, aunque algunas zonas tardaron incluso más en recuperar la luz (en Guadalajara y alrededores algunos hogares no recuperaron la luz hasta la 1 de la madrugada).

    Hoy, más de dos semanas después de tan grave contratiempo, analizamos las consecuencias del suceso. Y es que, por primera vez en mucho tiempo, cientos de adolescentes dejaban de estar pendientes todo el rato de la pantalla del móvil para interactuar con su entorno físico. Fueron muchos los jóvenes de nuestra edad que salieron a la calle y socializaron con el fin de pasar más rápido el tiempo ante la imposibilidad de ver reels de Instagram, mirar vídeos de YouTube y cuidar de sus aldeas del “Clash of Clans”. Aunque también hubo otros que, ante el desconcierto, decidieron recluirse en sus casas y esperar a que volviese la normalidad.

    Sin embargo, esta experiencia no solo ha servido para que los adolescentes cambien sus rutinas. También ha servido para hacernos reflexionar sobre el enorme protagonismo de la electricidad en nuestras vidas, algo que damos por hecho, pero que sin ella no podemos realizar la gran mayoría de nuestras acciones cotidianas ¿Es acaso sostenible y buena idea que nuestra sociedad dependa tanto de la electricidad? Y si decidimos usarla de una manera tan importante, ¿no deberíamos asegurar una red eléctrica capaz de sostener todo este consumo sin que ocurran hechos como el del pasado 28 de abril?

    Desde luego, si bien todo se resolvió y se evitó una catástrofe eléctrica, deberíamos tener muy en cuenta la fragilidad que nuestra red eléctrica ha demostrado con el apagón (más aún cuando a día de hoy todavía no se ha encontrado el motivo que generó un fallo de tal magnitud), y aprovechar la oportunidad para cuestionarnos el papel que juega la electricidad en nuestras vidas.

                                                                Valentín Sousa, 1º Bachillerato A

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