A favor: una voz para el futuro
A los jóvenes de 16 años se les otorgan multitud de responsabilidades como elegir un itinerario académico para, en dos años, poder escoger una carrera a la que dedicarse el resto de su vida, se puede trabajar, conducir un ciclomotor de hasta 125 cc, obtener la autorización de uso de armas, realizar el testamento…
Madurez y responsabilidad: Un equilibrio necesario.
Sin embargo, es necesario considerar si los jóvenes de 16 años poseen la madurez y la experiencia necesarias para tomar una decisión tan importante como elegir a sus representantes.
Cada persona pasa por un proceso distinto de maduración, algunos antes y otros más tarde. Los adolescentes a esta edad se encuentran en un proceso de aprendizaje y formación, por lo que algunos por su desconocimiento e ignorancia pueden ser manipulados e influenciados fácilmente.
Así mismo, también hay jóvenes que se interesan por tener un pensamiento crítico y no dejarse manipular por personas externas.
Un diálogo abierto y constructivo.
Es, por lo tanto, evidente que el debate sobre el voto a los 16 es complejo y no admite una respuesta única ni simple. Resulta fundamental escuchar las voces de los jóvenes, conocer sus inquietudes y valorar sus propuestas.
Los 16 es una etapa complicada que sirve de transición hasta alcanzar la edad adulta. Las leyes y políticas de hoy tendrán consecuencias en el futuro de esos jóvenes. Temas, como la educación, medio ambiente, empleo y el precio de la vivienda, son solo algunos de los asuntos que más les interesan.
Su participación podría dinamizar el debate político y aportar nuevas perspectivas que desde un punto de vista adulto no se es consciente.
Rocío Jiménez, 1º de Bachillerato C
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