Entrevista
a Domingo Chinchilla
La semana
pasada, tuvimos la suerte de contar en el centro con toda una figura de la
narración oral, Domingo Chinchilla, quien, gracias al Seminario de Literatura
Infantil y Juvenil de Guadalajara, impartió cuatro talleres de a sendos grupos
del centro. A los más pequeños les enseñó la estructura básica del cuento y les
inició en el arte de narrar. A los mayores, por su parte, les enseñó algo muy
curioso, “el cuento mínimo”.
Dos de nuestras
reporteras hablaron más extensamente con él y aquí reproducen su conversación.
Si estás leyendo esto en Instagram y quieres leer entera la interesante
entrevista, pincha en el enlace al blog de la biblioteca que tienes en la
dirección. ¡Te gustará!
Pregunta: ¿Cuál es tu oficio?
Respuesta: Mi oficio es narrador de cuentos, actor
y rapsoda. Los rapsodas son las personas que leen o cuentan poemas.
P: ¿Se puede mantener uno solo contando
cuentos?
R: Sí, pero solo si tienes suerte y estás
formado.
P: ¿Por qué elegiste este oficio?
R: Esto me vino de casualidad. Antes era
actor, pero me iba mal, así que me propusieron hacer un taller de animación a la lectura en
institutos de Valencia, que es de donde soy. Como lo que tenía pensado contar
se me quedó corto, me preparé un par de cuentos que contarles; y así fue como
empecé.
P: ¿Cuánto tiempo llevas contando cuentos?
R: Desde principios de los 90, unos 30
años.
P: ¿Qué cualidades necesita un buen
narrador?
R: Lo primero es que te guste contar
cosas, y lo segundo, que te guste escuchar historias. Luego hay, obviamente,
cosas más técnicas y difíciles de explicar. La voz también influye, pero hay
que trabajarla. Yo tengo una buena voz, que heredé de mi padre; pero mi padre
no se ha preparado para esto mientras que yo sí. O sea, con el mismo
instrumento, unos se preparan y otros, no.
P: ¿Se puede aprender de alguna forma el
oficio?
R: Oficialmente no, pero hay algunos
cursos o academias en Madrid.
P: ¿Cuáles son tus cuentos favoritos a la
hora de contar?
R: Han evolucionado mucho a lo largo de
estos años. Empecé contando cuentos muy literarios y breves. Poco a poco empecé
a contar cuentos más tradicionales, y luego aparecieron las leyendas urbanas,
que son de las historias que más me gusta contar. En una sesión mía hay de todo
un poco, incluso alguno mío.
P: ¿Qué son los cuentos mínimos?
R: Son cuentos que tienen dos o tres
frases a lo sumo; mucho más breves que un microrrelato.
P: ¿Qué relación tienes con Guadalajara?
R: Tengo una relación bastante importante,
porque a los dos años de empezar a contar cuentos, Llorenç Giménez, un
compañero mío, me animó a ir al Maratón de cuentos de “Guada” y descubrí un
tesoro, e hice muchas amistades. A partir de ahí he venido muchas veces.
P: ¿Nos podrías regalar algún cuento
mínimo?
R: Sí, tengo muchos que me gustan, pero
aquí van dos:
-Cuando
despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. De Augusto Monterroso.
-La última gota
de agua lloró, cuando se presentó la espectacular primera gota de plástico
potable.
María de la
Orden y Silvia Pla, corresponsales del Sampedronews en 2º ESO D.
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