¡Por fin llegó
el verano!
Con cierta
sorpresa, nos encontramos con que el curso, de verdad, ha terminado y está
empezando el anhelado verano. Este es el mejor momento: aún no has gastado más
que una mísera semanita y te queda muchas para disfrutar, bañarte, leer, jugar,
bailar, ir de campamentos, de vacaciones al pueblo, aburrirte o ver pasar los
días.
Hazlo todo y
nada; deja reposar lo que has aprendido en este largo curso (pero no lo
pierdas, ¿eh?); permite que tus neuronas se renueven y se fortalezcan y que tu
cuerpo dé ese último estirón. Déjate mecer por las olas y vuelve más receptivo
y relajado. Aquí te esperaremos con los brazos, y nuevos libros, abiertos una
vez más.
¡Hasta pronto!
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