I
¿Estoy soñando? Miro alrededor y no me lo creo. Estoy en un sitio que no se podría describir como lugar, un sitio en el que no estoy seguro de estar. Veo cosas que ya he visto pero que de alguna forma son nuevas para mí. Veo cosas imposibles pero que ahora tienen sentido. Veo cosas que siempre he querido y que ahora me asustan. Veo sonidos, oigo colores. Siento dolor, pero no me duele. Me despierto con el sonido del despertador, sin recordar que acabo de tener un sueño que ha descrito mi vida.
Ada Tortuero, 1º D ESO
¿Estoy
soñando? Miro alrededor y no me lo creo. Edificios derrumbados, sangre por
todas partes, almas inocentes muertas, humo por todas partes, mujeres llorando
por sus hijos que sangran, personas gritando de dolor… La bomba que todos deseábamos
que no cayera, ha caído.
Así es
como vivimos, cada día deseando que la siguiente bomba no caiga en esta guerra
que parece infinita.
María el Kaisi, 2º D ESO
¿Estoy soñando? Miro alrededor y no me lo creo. Noto algo inusual, pero no logro reconocer el qué. Tras la ventana de una habitación oscura y lúgubre la cual no conozco, puedo observar un mundo paralelo sobre la ciudad. Por las calles no hay gente riendo. Tampoco se escuchan los ruidos tan usuales de la ciudad, ni se pueden ver las aves volar. Jamás me he sentido tan solo, y con ese sentimiento de impotencia tan común en mí, comienzo a llorar. Sumamente preocupado, comienzo a correr por la ciudad en busca de alguna señal de vida, aunque fracaso. Al momento, me despierto sobresaltado. Tan solo había sido un sueño, aunque también un reflejo de la realidad de mi día a día.
¿Estoy
soñando? Miro alrededor y no me lo creo. Busco rostros reconocidos, pero sólo
encuentro miradas sin vida y edificios en llamas. El humo asciende en espirales
cambiantes, llevándose consigo tantas almas…
El
estruendo de las explosiones retumba en mis oídos, cayendo sobre lo que fue mi
hogar como gotas de lluvia. Miro las calles que me vieron crecer y no las
reconozco, llenas de escombros y desesperación. Una ciudad, mi ciudad, antes
vibrante, llena de vida, con bullicio en cada rincón, ahora en ruinas,
destrozada, bajo un cielo plomizo y opresivo, que no deja divisar el sol, ni la
esperanza.
Me
pregunto, perdida, si alguna vez despertaré de esta pesadilla, o si la guerra
es ahora mi nueva y cruel realidad, una de tantas.
Lucía García Rodríguez, 4º C ESO
V
Ya
estoy casi. A medida que avanzo, mi sentimiento de búsqueda e intriga va
aumentando. Hay una roca justo detrás de la figura misteriosa. Me escondo,
respiro hondo y cuando alzo la cabeza… No puede ser, ¿estoy soñando?. Miro
hacia el frente y no me lo creo.
Vera Mayor, 1º B Bachillerato
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