miércoles, 20 de noviembre de 2024

LA DANA EN VALENCIA Y LA FRAGILIDAD DE LO MATERIAL: LECCIONES DE UNA TRAGEDIA

 


    Las inundaciones recientes en Valencia, provocadas por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), han dejado un rastro de devastación y un balance humano y material difícil de asumir. Este fenómeno meteorológico, caracterizado por la presencia de aire frío en las capas altas de la atmósfera que interactúa con aire cálido y húmedo, generó lluvias torrenciales que anegaron calles, arrasaron viviendas y dejaron más de 200 víctimas mortales y decenas de desaparecidos. Además, las acumulaciones de agua y lodo en las ciudades afectadas han creado un riesgo para la salud pública significativo, complicando aún más la recuperación de las comunidades golpeadas por la tragedia.

    Este tipo de catástrofes nos enfrenta a una dura realidad: lo frágil que es todo aquello que a menudo consideramos importante. Como reflexiona Jorge Manrique en sus Coplas por la muerte de su padre (1476), las cosas que perseguimos con tanto esfuerzo ya sean bienes materiales, poder o estatus, a menudo desaparecen, antes incluso de que nuestra propia vida llegue a su fin. Manrique lo describe perfectamente:

"Ved de cuán poco valor

son las cosas tras que andamos

 y corremos,

 que, en este mundo traidor,

aun primero que muramos

 las perdemos".

    Estos versos, escritos hace casi seis siglos, cobran una vigencia estremecedora cuando contemplamos cómo el agua, en cuestión de horas, puede borrar años de trabajo, esfuerzo y recuerdos. Las pérdidas materiales y humanas en Valencia son devastadoras, pero también nos invitan a reflexionar sobre nuestras prioridades como sociedad y como individuos. En un mundo marcado por la prisa y el deseo de acumular más, las catástrofes como esta nos recuerdan que lo esencial no está en lo que poseemos, sino en cómo vivimos y en cómo enfrentamos la adversidad. Las inundaciones, que no discriminan entre ricos y pobres, entre poderosos y humildes, nos igualan y nos enseñan que lo realmente valioso no puede ser barrido por una tormenta. Jorge Manrique también nos habla del paso del tiempo y de cómo este deshace lo que creemos eterno:

 "De ellas deshace la edad,

de ellas casos desastrados 

que acaecen."

    Estas palabras resuenan en lo que ha sucedido en Valencia, donde la fuerza de la naturaleza nos mostró una vez más que lo material es pasajero. Sin embargo, en medio del barro y la destrucción, también surgen ejemplos de humanidad y solidaridad, de vecinos ayudando a vecinos, de voluntarios trabajando para reconstruir lo perdido. Estos actos, más que cualquier posesión, son los que verdaderamente perduran con el paso del tiempo. El impacto de esta tragedia debe ser una lección sobre lo que realmente importa. Aprovechando el mensaje de Manrique, podemos repensar nuestras prioridades y construir un futuro donde lo esencial no sea lo que poseemos, sino lo que compartimos. A pesar de lo que nos ha arrebatado la DANA, podemos encontrar fuerza en la memoria y la unión.

                                                    Amira Tennaz, 4ºD

lunes, 11 de noviembre de 2024

ENTREVISTA A JUAN CARLOS REQUENA, PROFESOR Y ENTRENADOR


 


    Hoy estamos con una figura importante para nuestro centro y que la mayoría de vosotros seguro que conoce. Se trata de Juan Carlos Requena, profesor por las mañanas y entrenador de balonmano por las tardes.

    Queremos que conozcáis un poco más sobre su día a día y cómo es capaz de compaginar estas dos profesiones.

Sampedro News: ¿Cómo llegaste a Guadalajara?  

Juan Carlos Requena: Buenos días y muchas gracias por la entrevista. Mi periplo me ha llevado a estar por muchos sitios de Andalucía. Soy de Almería y he trabajado de profesor interino y de entrenador en varios sitios de Andalucía. Por cosas de la vida he llegado hasta aquí. Mi mujer trabajaba en Madrid y, en cuanto saqué la plaza de profesor y tuve oportunidad de pedir el traslado nacional, solicité centros de Guadalajara y me tocó este centro. Así es que tuve bastante fortuna y caí en el "José Luis Sampedro".

SN: ¿Cómo nació tu pasión por la enseñanza? 

JCR: Soy hermano mayor. Tengo un hermano que tiene dos años menos que yo y siempre me ha gustado mucho enseñarle todo lo que iba aprendiendo relacionado con el deporte, el balonmano, el mundo de la actividad física. Por eso, mi pasión por la enseñanza me viene desde muy chiquitito. Yo creo que ya con siete años sabía que quería ser profesor de Educación Física. 

SN: ¿Y por el balonmano? 

JCR: Cuando tenía ocho años mi profesor de Educación Física era un apasionado del balonmano. Y allí no te quedaba otra que jugar al balonmano, el fútbol estaba medio prohibido. Entonces, muchos de mis amiguitos y yo nos apuntamos al equipo. También jugaba al fútbol. Era portero y bastante bueno, la verdad. Estuve en la selección de Almería de Infantiles y tuve que decidir entre los dos deportes. La verdad es que era bastante aburrido ser portero de fútbol. Los balones no te llegaban y, si te llegaban alguna vez, la culpa era tuya. Sin embargo, como jugador de balonmano, marcabas muchos goles y te sentías mucho mejor.

SN:¿Qué profesión descubriste antes? 

JCR: Quizá la enseñanza. Como he dicho antes, soy el hermano mayor y me motivaba mucho enseñar a mi hermano pequeño las cosas que yo iba aprendiendo. Cuando tuve contacto con el balonmano uní las dos cosas: la pasión por enseñar y por jugar al balonmano y ser entrenador.

 SN: Hablando de balonmano, ¿llegaste a ser jugador de categorías importantes? 

JCR: Como jugador, no mucho. Al final los entrenadores tendemos a ser jugadores mediocres y rápidamente nos damos cuenta de que nuestro sitio está en otro lado. Llegué a jugar en Primera Nacional, que es como Segunda B de fútbol hoy en día, bueno Primera RFEF, jugando en Almería. Entrené en Segunda División en Granada con el Universidad de Granada pero no jugué con ellos y, ya en la carrera, me di cuenta de que se me daba mucho mejor ser entrenador que ser jugador. 

SN: ¿Cómo llegaste a ser entrenador del Balonmano Guadalajara? 

JCR: Pues, como he comentado, me vine aquí a trabajar en el "José Luis Sampedro". Vivía en Madrid capital y entrenaba también a un equipo juvenil, el Ikasa. Tuve contacto con el club de Guadalajara, me conocieron y a la temporada siguiente fui el segundo entrenador, primero con Mariano Ortega hace ya cinco años, y luego con Rodrigo Reñones. 

SN: ¿Cuál ha sido el momento más feliz de tu carrera como entrenador? 

JCR: Buena pregunta. Pues quizá los dos ascensos del Guadalajara en Asobal. El de Burgos de la temporada pasada y el que conseguimos hace tres temporadas en Ibiza fueron de los momentos más bonitos.

SN: ¿Cómo compaginas ambas profesiones? 

JCR: Pues también es muy buena pregunta. Pues con poco tiempo libre, la verdad, porque tengo una hija de tres años, entonces hay que llevarla al cole, hay que venir aquí, cumplir, ser lo más profesional posible en todos los trabajos que hago y luego voy a casa, recojo a mi niña, me tomo un café y vengo a entrenar. Al final, es pasar poco tiempo con tu familia, es muy sacrificado pero mi familia lo entiende y vale la pena.

SN:¿Usas estrategias del deporte en tu actividad como docente? 

JCR: Sí y al revés: como docente en el mundo del deporte. Sí, por supuesto. Al final, el tema del liderazgo está  presente en todo: si quieres ser profesor tienes que liderar, si quieres ser entrenador también, hacer que la gente te siga, no por miedo, sino porque se quieran comprometer a mejorar.

SN: ¿Cómo te ves de aquí a cinco años? ¿Tienes otras ambiciones? 

JCR: Pues, mira, con la cantidad de cosas que tengo en la cabeza ahora mismo, me vale con saber lo que voy a hacer la semana que viene. No sé dónde estaré dentro de cinco años, quizá también en el mundo del deporte, ya sea como profesor, como entrenador, las dos cosas, solo una... No sé, pero en el mundo del deporte, seguro.

SN: Y por último, más que una pregunta, nos gustaría pedirte un consejo para todos los jóvenes que sueñan con ser deportistas a nivel profesional sin dejar los estudios. 

JCR: Muy buena pregunta. Muchas veces la gente piensa que, por necesidad de estudiar más, tenemos que abandonar el deporte y es todo lo contrario. Tenemos que seguir haciendo deporte, lo que tenemos que hacer es organizarnos mejor y tener menos tiempo libre para utilizar el móvil y, si un día, hay que dormir menos, pues se duerme menos. Nuestras responsabilidades son nuestras responsabilidades. Si nos comprometemos a estar en un equipo, nos comprometemos hasta el final. Si queremos llegar al Alto Rendimiento hace falta mucha disciplina y, claro, hoy en día los jóvenes con la disciplina, andáis regular. La tolerancia a la frustración está un poquito más bajita; sin embargo, yo creo que hay muchos ejemplos de jóvenes que son capaces de llegar al Alto Rendimiento, con motivación, con ganas, con poco tiempo libre, con mucha organización y, sobre todo, siendo disciplinados en todo lo que hacen. 

    Agradecemos a Juan Carlos que nos haya dedicado este rato para que todos nosotros podamos conocerlo de manera más cercana y personal. 

                    Tessa Casas, Darius Codreanu, Jaber Driovech y David Solano. 4ºD 

                            

LA DANA EN VALENCIA Y LA FRAGILIDAD DE LO MATERIAL: LECCIONES DE UNA TRAGEDIA

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