jueves, 21 de noviembre de 2024

CONFLICTOS BÉLICOS: UNA TRAGEDIA ATEMPORAL

                                                            


         La historia de la humanidad está marcada por conflictos bélicos, algunos de los cuales han pasado a ser episodios imborrables en el imaginario colectivo. Entre estos episodios históricos, podemos destacar el asedio de Numancia y la guerra de Troya por las lecciones inmortales que nos ofrecen.
    Actualmente, las guerras siguen extendiéndose y ciertos patrones siguen presentes desde hace siglos.
   El asedio de Numancia es un símbolo de resistencia ante un poder dominante. Los numantinos, un pueblo celtíbero de la Península ibérica, se enfrentó durante años al ejército de la República romana, aunque se encontraban en inferioridad numérica y militar.
    Finalmente, Numancia fue aislada hasta ser derrotada. No obstante, la población prefirió morir por decisión propia antes que ser asesinados por los romanos o convertidos en esclavos; hasta el último momento los numantinos lucharon por su libertad. En la actualidad, podemos observar casos en los que algunas poblaciones son atacadas por una potencia extranjera mayor y tienen que luchar por defender su identidad y su territorio.
    
                                              
    La toma de Troya, narrada por Homero en la Iliada, es otro episodio clave. Después de diez años atacando Troya, los griegos consiguieron entrar mediante un engaño: el caballo de Troya, un caballo de madera que ocultaba soldados griegos en su interior.

                                                

                                                  
    Así como en este mito, un regalo inocente escondía la destrucción, en el contexto actual nada es lo que parece. La manipulación, a través de la propaganda, la desinformación y los medios abren una guerra psicológica que llega a convertirse en una arma más poderosa que cualquier bomba. De esta forma, el enemigo es debilitado indirectamente. Entonces, ¿en la guerra todo vale?
    No obstante, en todos estos conflictos bélicos se debe destacar la importancia de las víctimas más afectadas: los civiles. Mientras que los políticos mueven sus fichas como si se tratase de una partida de ajedrez y los militares siguen el camino que han escogido, los civiles mueren desesperados. Madres lloran a sus hijos, padres abrazan la incertidumbre, niños lloran sin comprender el porqué y cientos de personas buscan una salvación que no llega. Los tiempos cambian pero la tragedia que acompaña a las guerras es atemporal; los gritos de auxilio suenan igual.
                                                        
                      Ariadna Candelas. 2º Bachillerato B







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CONFLICTOS BÉLICOS: UNA TRAGEDIA ATEMPORAL

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